Según un estudio realizado en Estados Unidos, estos factores psicosociales podrían aumentar los riesgos de padecer enfermedades cardiovasculares.
La desconfianza y el cinismo , dicen los investigadores, están relacionados con la inflamación, y ésta a su vez aumenta los riesgos de enfermedades cardiovasculares.
También encontraron que el estrés crónico y la depresión están asociados a niveles más altos de indicadores inflamatorios en la sangre.
Se encontró que la hostilidad es una característica que influye en los riesgos coronarios. “Y se sabe que la hostilidad está relacionada con creencias y actitudes hacia los demás, como el cinismo, el resentimiento y la desconfianza”, afirma la autora del libro “”Psicocardiología: abordaje psicológico al paciente cardiaco”.En el estudio realizado por investigadores de la Universidad de Michigan participaron 6.814 hombres y mujeres de entre 45 y 84 años.
El cinismo y la desconfianza se midieron durante una visita posterior. Los científicos tomaron muestras de sangre de los participantes en donde se midieron tres indicadores inflamatorios: fibrinógeno, proteína C reactiva e IL-6.
Los individuos que mostraban niveles más altos de cinismo, mostraron también niveles más altos de los tres indicadores inflamatorios. El estrés crónico fue asociado a niveles más altos de IL-6 y proteína C reactiva. Y la depresión fue relacionada a niveles más altos de IL-6.
Según los científicos, las asociaciones más firmes y consistentes que se observaron tenían que ver con la desconfianza y el cinismo.
“Los estudios demuestran que la persona hostil, o cínica y desconfiada, vive en un estado de hipervigilancia permanente”, dice la doctora Laham. “Y este estado promueve una activación fisiológica constante que se asocia al desarrollo de la enfermedad coronaria”, afirma la experta.
“Se sabe que los factores emocionales impactan sobre el corazón porque la descarga de sustancias como la adrenalina generan arritmia e hipertensión”, explica la doctora Laham. “Y esto provoca que las arterias se vuelvan más rígidas y gruesas”, afirma la experta.
“Se ha demostrado que emociones como la ira, la depresión y la ansiedad provocan disfunción en la actividad coronaria, pero el cinismo es más subjetivo que esas otras emociones”, afirma. “Creo que el cinismo es un rasgo más que se desarrolla a partir de otros factores que tienen un impacto en las enfermedades coronarias”, señala Mirta Laham.
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