Para el estudio, los investigadores crearon ratones transgénicos macho y hembra; los primeros con ovarios y las segundas con testículos, de modo que generaran las hormonas estrógenas y andrógenas en las cantidades que corresponden al sexo contrario.
Posteriormente sometieron a los animales a una prueba en la que tenían que accionar una palanca para obtener comida.
Finalmente, al comparar los resultados obtenidos con roedores normales con otros a los que se habían extirpado las gónadas, descubrieron que los ratones con cromosomas femeninos XX habían aprendido más rápido en todas las pruebas, al margen de sus niveles hormonales.
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